>>El escrito que leerán a continuación es un aporte de Doki Amare Peccav, a quien agradezco su participación en el blog. En lo personal me ha gustado mucho por la narrativa y el cuidado de cada detalle. Al final del relato dejo la dirección de la fans page para continuar leyendo sus letras<<
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Título:
Olvidé decirte adiós
Autor:
Doki Amare Peccavi
Género:
Tragedia
Advertencias:
Relato Gay
— Estaba muerto mucho antes de que
yo le tocara, “a pesar de que esos ojos
hermosos y esas deslumbrantes mejillas me hacían vibrar a cada momento, él
estaba mucho más muerto de lo que yo en algún momento podré llegar a estar, no
hacía falta adivinarlo, bastaba con contemplarle en esos días cuando no se
levantaba de la cama ni para lavarse”
.*.
—
Azotes; ostracismo o mutilación
de genitales; — Coló su mano delgada por los pantalones oscuros y empezó a
masturbar a Luu, con todo el amor del mundo, suave y violento a la vez, éxtasis
y suspiro, las lágrimas escurrieron de sus mejillas sonrojas mientras Luu
simplemente sumido en el placer, cerraba los ojos y gemía…— amputación de nariz
y orejas; muerte; en la hoguera, por asfixia bajo el agua o por estrangulamiento… ¿Cuál debería de ser el
castigo…?
“ese engaño”
— Ninguno… — Murmuró antes de que
el éxtasis se hiciese presente, derramando su vida en la mano de Deni, Luu aún
soltó un poco más de su ser y después dejó a su cabeza holgazanear en el
respaldo del sillón, sostuvo la cintura
de Deni entre sus manos y le incitó a levantarse de él... — Vete a casa… estoy
cansado.
— ¿Puedo dormir contigo? —
Cuestionó, encendiendo el resplandor de sus ojos.
— Eres un demente, con semejante
discurso a mitad de mi orgasmo obviamente no te dejaría dormir a mi lado ni en
un millón de años. — Se levantó de forma perezosa y Deni no tuvo más opción que
ponerse de pie, entre la camisa que cubría a medio muslo, se distinguían sus
prendas oscuras, los muslos blancos y una rodilla con un enorme hematoma. — ¿Qué te ocurrió ahí?— Cuestionó señalando
la rodilla de niño.
“Lo sé, no, no digas nada
— Me caí porque llovía, cuando me llamaste iba en
bicicleta hacia la biblioteca — Soltó un bufido, quiso una discusión que diera
paso a un mimo indiscreto y a un beso en sus labios, pensó que sus obligaciones
serían un buen motivo— ¡Es tu culpa!, si no me hubieses llamado, abría
alcanzado a llegar a tiempo a la biblioteca, mañana deberé multa.
— Una multa de libros que no leíste. —
lo conozco bien,
—Sí los leí. —Soltó con voz infantil — Hablan de
monogamia, adulterio y divorcio.
— Deni… ya vete estoy cansado, te lo dije. — Luu
comenzó a alejarse, y Deni con sus ojos abiertos miró hacia todos lados,
buscaba un motivo que le permitiese quedarse… un poco más.
— Si me voy, no me dejarán entrar a
mi casa, es tarde — Murmuró bajito — ¿Puedo quedarme? — Luu rodó los ojos e
hizo un gesto de mierda, de esos que se clavan muy dentro del alma… de esos que
son tan difícil olvidar porque a pesar de pensarles mucho no logras entender en
ese momento a qué se referían.
a veces…
— En el sofá de la sala, no te quiero en mi recamara — Con una toalla
y el pijama recién lavado, salió de la habitación hacia su baño de ensueño,
suspirando y sabiendo que de esa llamada el resultado sería más que un simple
momento de calentura.
Deni tomó su mochila del suelo,
abotonó su camisa y limpió de sus piernas los restos del semen que Luu le había
obsequiado, negó con la cabeza mientras tomaba sus pantalones y caminaba
arrastrando sus cosas hacía la sala sin estilo ni gracia, dejó las cosas ahí en
el sillón y recostado, sin cubrirse ni arroparse bien, esperó por varios
minutos a que Luu saliese del baño, prendió el televisor porque Luu tardaba más
de lo normal, en la tv las mismas caricaturas de siempre… “ese tonto gato gris”.
Pasaron varios minutos y cuando por fin el vapor y Luu salieron del
baño, Deni estaba más que dormido, se quedó algunos minutos de pie,
contemplando su sillón ocupado y la tv encendida. Negó con la cabeza, mientras
se acercaba y se quedó, recargado sobre el respaldo del sofá, por varias horas
“tic-tac, tic-tac” sueños y murmullos, la imagen de una tercera persona para
esa relación le hizo aprisionar los labios entre sus dientes…
…es cruel...”
.*.
Y a la mañana siguiente, el sol
entrando por la ventana, cuando Deni despertó vio su mochila sobre la
excéntrica mesa de centro… “vete de aquí” gritaba, Deni cerró los ojos
fuertemente, no por las lágrimas que salían, estaba pensando… intentó pensar en
algo y sin embargo, las palabras no salían fue incapaz de decir algo, de pie,
la frazada que le cubría cayó al suelo, el aroma al desayuno casero le distrajo
por un momento…
— Toma tus cosas y vete, Deniss esto se acabó —
— Hay alguien más — Aseguró Deni, Luu le miró,
fijamente, con esos de mensaje oculto.
— Sí… — Deni no dijo nada, soltó un suspiro y mordió
su labio mientras de forma rápida acomodaba sus prendas del día anterior y no
dijo nada, la sudadera negra aún estaba fría pero nunca dijo nada, tomó su
mochila entre sus manos no dijo más…
caminó a la salida y se fue.
Dos vasos de jugo sobre la mesa,
Luu prosiguió con el desayuno sin despegar la vista del plato de cereal arco
iris que estaba frente a él, pero no dijo nada. Sintió todo el dolor del mundo
caer sobre él pero no dijo nada… hizo algo sin embargo bastante apresurado,
tomó los libros del comedor… esos que había sacado de la mochila de Deni para
tener un pretexto… no dijo nada y salió del edificio con libros en manos y sin
aliento quedó parado frene a su puerta… del otro lado mucho que hablaban.
Sólo recuerda…
— Te has revolcado con él
— Es sólo mi amigo
— ¿En serio…?
— No estoy para tus escenas de
Celos — Deni subió a la bicicleta, Ed apuntó con una pistola, el murmullo de la
gente se no se hizo esperar, los niños a esa hora acuden al colegio y las
madres histéricas corrían evitando el peligro, los gritos le hicieron temer,
Luu salió del edificio… Ed le miró, con odio, bastante molesto y tambaleantes,
estaba ebrio…
— No cumpliste tu parte, te lo
dije… Deniss es sólo mío. — Deni viró su rostro hacia su Luu… él que le había
votado sin desayunar en plena mañana de ese lluvioso día de verano. Su Luciano.
“Que la última noche
del mundo”
— ¿Lo conoces? — Cuestionó bajando de la bicicleta.
— Es tu novio — Luu sintió como su
saliva ardía en su garganta — Vino ayer a verme…
— ¡Ed, Luu es sólo un amigo! — Y
Luu cerró los ojos, a las lágrimas prisioneras. Ahogó el orgullo en su
garganta, hundió en lo más profundo de su corazón ese amor.
— No te creo — Dijo acercándose a ambos.
— Es la verdad, sólo te quiero a ti —
“No lo fue… ”
— ¿Querer? Es que ya no me amas—
— Sí… te amo
— Repítelo, quiero estar seguro de
que no estás mintiendo…
— Te amo... Te amo… te amo… — Ed sonrió, apunto Luu, negó
con la cabeza, amargura en su rostro, tanto arrepentimiento y dolor… —
— ¿El o yo? — Deni bajó la mirada,
la pregunta era una trampa, cualquier de las dos respuestas una sentencia… se
colocó detrás frente a Ed, delante de Luu. —
— Vámonos — Pidió, “Ed corazón
roto” entendió lo dicho, “Deni mirada caída” escogía a “Luu salvador”. Entonces asintió. Deni se viró para
despedirse, última mirada entre ellos, Luu por el contrario, le abrazó fuerte,
fuerte y con su cuerpo le aprisionó en
la pared. Deni se aferró a Luu y éste no pudo más que sostener entre sus brazos
cuando las piernas le flaquearon, después del “Bang”, Bang”, Bang”
y el dolor en su pecho que comenzó a expandirse por todo su cuerpo no
fue comparable con “el otro dolor”
— Dijiste… que… no le harías…
na…da… — Murmuró Luu con lágrimas en los ojos… su voz entrecortada y sus manos
teñidas. El cuerpo que abrazaba no se movió… nunca más — ¿Le has matado? — Cuestionó sin atreverse a mirar a su
Deni…
— Estaba muerto mucho antes de que
yo le tocara, “a pesar de que esos ojos
hermosos y esas deslumbrantes mejillas me hacían vibrar a cada momento, él
estaba mucho más muerto de lo que yo en algún momento podré llegar a estar, no
hacía falta adivinarlo, bastaba con contemplarle en esos días cuando no se
levantaba de la cama ni para lavarse”
Fue silencio, lo demás no se dijo. Que fue:
La misma bala que atravesó un corazón y la cabeza
que reposó por segundos sobre aquel pecho.
Que los libros cayeron al suelo justo antes de que
se soltase el último suspiro y después otro “Bang”.
“para ti y ni para mi… ni para él… ”
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